Un nuevo capítulo para el Registro de la Propiedad:
Cambio de autoridades
María Andrea Cáceres
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La reciente designación de Gabriel Medrano Valenzuela como Registrador General de la Propiedad por parte del Presidente de la República, Bernardo Arévalo, marca un punto importante para el fortalecimiento de la institucionalidad y la seguridad jurídica en el ámbito de la propiedad en nuestro país. El Registro de la Propiedad, con una historia que se extiende a través de los años, se consolida como pilar esencial en la protección del derecho de propiedad.
La importancia del Registro de la Propiedad radica en su papel como garante del derecho de propiedad, fundamental para el desarrollo económico y seguridad jurídica. A través de la inscripción y certificación de propiedades, el Registro ofrece seguridad jurídica a los propietarios, protegiéndolos contra el fraude y las disputas sobre la titularidad. Esta función es indispensable para fomentar la confianza en las transacciones inmobiliarias, incentivando así la inversión y contribuyendo al crecimiento económico.
Por tanto, el Registrador General afronta retos significativos en su gestión, que abarcan desde la modernización tecnológica hasta el robustecimiento de la seguridad registral. La continuidad en la implementación de trámites digitales y la digitalización de documentos son pasos cruciales hacia un registro más accesible y eficiente, al mismo tiempo que se combate el robo de propiedades y las falsificaciones. Estas medidas son fundamentales para construir un sistema de registro a prueba de fraudes, malas prácticas, incrementando la confianza en la institución y en el mercado inmobiliario.
Así, el nuevo Registrador General se encuentra ante la extraordinaria oportunidad de dirigir una transformación profunda en el Registro de la Propiedad, no solo reforzando la protección de los derechos de propiedad sino también avanzando hacia la modernización y optimización de los servicios registrales.
