Columna de opinión publicada el 19 de octubre 2,023
María Andrea Cáceres
info@observatoriopropiedad.org
Ocupaciones ilegales recientes
Un ataque a los servicios básicos
En los últimos días, Guatemala ha sido testigo de una serie de ocupaciones ilegales que han tenido un impacto devastador en servicios básicos cruciales, como el suministro de agua y electricidad. Dos ejemplos recientes son la toma de la presa El Tesoro y las hidroeléctricas Xacbal y Xacbal Delta, que han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de estos servicios esenciales.
La presa El Tesoro, ubicada en Zaragoza, Chimaltenango, es un punto crítico en el suministro de agua potable para varias localidades de Guatemala. La toma ilegal de esta infraestructura dejó a muchos guatemaltecos sin acceso al agua potable durante varios días.
En cuanto a la ocupación de las hidroeléctricas Xacbal y Xacbal Delta ubicadas en Uspantán, Quiché, la situación es igualmente preocupante. Estas plantas representan el 4.72% de generación de energía en Guatemala. La toma ilegal de estas instalaciones ha generado temor en la industria energética, ya que pone en riesgo la estabilidad de la red eléctrica del país.
Independientemente de la motivación de estas ocupaciones ilegales, los afectados somos todos los ciudadanos. Guatemala no puede permitirse el lujo de que servicios básicos tan vitales como el agua y la electricidad sean víctimas de ocupaciones ilegales, ya sea en propiedad de particulares o del Estado, pues puede llegar a afectar la calidad de vida, la seguridad y el bienestar de toda la población.
Es por ello, que es esencial que las autoridades tomen medidas inmediatas para prevenir futuras ocupaciones ilegales y garantizar la seguridad de estas infraestructuras críticas en beneficio de todos los guatemaltecos. Estas medidas deben incluir la identificación y el monitoreo de las infraestructuras críticas, la aplicación de la ley de manera efectiva y el diálogo con las comunidades afectadas.