Columna de opinión publicada el 2 de noviembre 2,023
María Andrea Cáceres
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El Contrabando
Tras los bloqueos gana terreno
Los bloqueos de carreteras que paralizaron gran parte de Guatemala durante el mes de octubre no solo afectaron la distribución y abastecimiento de bienes de consumo básico, sino que también dieron un impulso al contrabando.
Los bloqueos en las carreteras tuvieron un efecto dominó que afecto la capacidad de las empresas locales para satisfacer la demanda del mercado nacional, lo que llevó a una sustitución de productos nacionales por productos de contrabando. Este fenómeno representa una seria amenaza para la economía y la seguridad del país, al operar al margen de las regulaciones fiscales y de salud.
El contrabando, al evadir impuestos y burlar las normas sanitarias y fiscales, perjudica directamente a las empresas legales que cumplen con todas las normativas. Además, el contrabando socava los derechos de propiedad de comerciantes honestos, ya que las redes delictivas se aprovechan de la falta de conocimiento de los consumidores, vendiendo productos que pueden ser confiscados por las autoridades debido a la ausencia de sellos, etiquetas apropiadas y registros sanitarios. Además, los derechos de propiedad intelectual están en riesgo, ya que muchos de estos productos ilícitos son imitaciones de marcas registradas.
Este problema se agrava aún más debido a la coincidencia de la temporada alta de contrabando con la temporada navideña, cuando aumenta la demanda de productos utilizados para elaborar canastas navideñas y productos vivos como cerdos y aves.
Así que, en lugar de ser solo un efecto secundario de los bloqueos, el contrabando está ganando terreno en Guatemala. Es fundamental que las autoridades fortalezcan los controles en las fronteras y adopten medidas efectivas. Esta lucha no es solo por la economía del país, sino también por la seguridad de todos nosotros y nuestros derechos de propiedad.